Existe un momento en el que uno siente la impostergable necesidad de alinear aquello que “es” con lo que “hace”. Ese momento es poco explicado, sin embargo es un momento clave porque allí se inicia el camino hacia la vocación. La carrera, la profesión,el trabajo o el proyecto de vida es a lo que le dedicamos la mayor cantidad de tiempo entonces debe representarnos profundamente. De lo contrario en algún momento viviremos los síntomas de una disociación entre lo que “somos” , y lo que “hacemos”. La vocación no es sólo una actividad, carrera o profesión. La vocación nace desde “dentro” y se expresa hacia “afuera”.Es el descubrir una cualidad esencial y expresarla.